miércoles, 23 de abril de 2014

No olvidaré tu nombre



Cumple ocho años la web que, con una exigua ayuda económica de la Junta, ha rescatado del olvido a más de 15.000 represaliados del franquismo en Sevilla y 80.000 en Andalucía. Sus artífices sospechan que faltan al menos otros tantos.


22 abril 2014



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Retrato de un fusilado durante la represión franquista, en una imagen de archivo tomada hace años durante una manifestación de protesta en la Gavidia. / FOTOS: Antonio Acedo
El pasado no ha hecho más que empezar. Dice Cecilio Gordillo –la cara visible del equipo de voluntarios– que a base de excavar en el tiempo han logrado salvar a más de 80.000 andaluces del olvido. Y que probablemente queden todavía otros tantos por aparecer, o más. Si es que aparecen. Porque el tiempo sigue pasando, muchos de los desmanes del franquismo fueron ocultados, las ganas de algunas administraciones son escasas y, por si fuera poco, no hay dinero para los muertos. Tal vez sea demasiado trabajo para una sola página web que apenas se sostiene con la exigua subvencion de 6.080 euros que le concede cada año la Junta de Andalucía. Lo cual no es ni siquiera una décima parte de lo que haría falta, según Gordillo. Pero a fuerza de voluntad, Todos los nombres.org acaba de cumplir ocho años y ahí sigue, escarbando en archivos municipales, documentando recuerdos del vecindario y cunetas administrativas, y arrancándole nombres y apellidos a esa historia de terror y anonimato que comenzó en 1936 y que se resiste a acabar.
Solo en lo concerniente a Sevilla, la búsqueda de las identidades de todos los represaliados del régimen de Franco presenta unas cifras escalofriantes. Convendría tratar de imaginar –en vez de contemplar como meros números– los datos actualizados ofrecidos ayer a este periódico por los historiadores de la web, Fernando Romero y José Luis Gutiérrez Molina: 16.258 personas (14.991 hombres y 1.139 mujeres), de los cuales 128 han sido identificados solo por apodos, motes o similares, por lo que ni siquiera se ha podido definir el sexo. Otros 9.253 son muertos (fusilados, asesinados, víctimas de la ley de fugas, muertos en prisión, desaparecidos…). Y más: 3.092 juzgados en consejo de guerra; 4.353 reclusos; 933 sometidos a trabajos forzados; 1.186 con expediente de responsabilidades políticas; 321 exiliados; 619 con expediente de incautación de bienes, 171 depurados de sus trabajos; 63 mujeres vejadas (violaciones, rapados…). Hay que insistir: solo en Sevilla. Y no serían ni la mitad.
Faltan muchos, sí. Por ejemplo, los muertos de hambre. No es humor negro. «Nada más que en La Algaba», cuenta Cecilio Gordillo, «entre 1941 y 1942, se sabe que murieron de hambre 144 presos, casi la mitad de la población reclusa del campo a cargo del Ayuntamiento de Sevilla. Pues esa fosa común no figura en el mapa de fosas». Este tipo de curiosidades nada anecdóticas dan la medida de lo difícil de la tarea que se ha impuesto esta web, sustentada en dos entidades: la Asociación de Memoria Histórica y Justicia de Andalucía y el grupo de trabajo por la memoria histórica del sindicato CGT, al que pertenece Cecilio Gordillo.
«Lo mejor que se ha conseguido es dar respuesta a varios miles de personas que han encontrado a sus familiares a través de la página web», comenta el citado. «Además, servimos como una especie de puente entre los familiares de las víctimas y las fuentes de las que proceden los datos que les conciernen. Cuando se encuentra alguna información, las familias quieren saber más, como es natural, y nosotros las ponemos en contacto con quienes manejan esa información».
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Homenaje a los represaliados de la Guerra Civil en la Macarena, en 2009.
Los promotores de esta web han intentado larga e inútilmente la creación de una sola base de datos nacional para evitar no ya la dispersión y el desperdicio de fuerzas, tan contadas como están, sino básicamente para que haya una sistematización de datos que vaya más allá de lo local o lo regional. O como dice Gordillo: «Imagínate un sevillano, vecino de Cádiz, al que cogen prisionero en Alicante y lo fusilan en Burgos». Solo con un registro nacional se puede organizar la documentación de forma sistemática y funcional. Lo cual sería para beneficio de los deudos de los muertos y desaparecidos: «Ver reflejado el nombre del familiar, o las microbiografías que publicamos, para la familia supone un desborde de alegría». Pero de momento, la angustia de ignorar lo que sucedió, de no haber podido rescatar la memoria de los represaliados, todavía sigue siendo mayor que las sonrisas de los descendientes que han podido poner en orden y en paz sus más tristes recuerdos. Quién sabe: dos palabras terribles para quien necesita justicia y verdad.
Esa es la constante: la duda, la necesidad de saber algo más. Al entrar en la página web, lo primero que aparece es una interrogación que va saltando sobre espacios en blanco, sobre fotos que aparecen y se esfuman.Inmediatamente después, unos versos cobran forma sobre esa blancura que no es inocencia, sino olvido y cal viva. Versos firmados por Ana María Valencia, nieta por parte de madre de un matrimonio que fue fusilado en Marchena y de abuelo paterno exiliado, y que escritos de corrido dicen así: He cavado la fosa de mis muertos en el aire, donde sus huesos ligeros se mezclan con las ramas más altas de los árboles, y mansamente los luceros le brindan sus luces blancas. He cavado su tumba breve entre las nubes, cielo adentro en el lugar preciso, donde cada día un dulce viento dice al fin todos los nombres. De momento, más brisa que viento y más rumor que palabra. Pero, con suerte, el olvido tiene los días contados.

'Todos los nombres': el "armazón de estantes" para 80.000 víctimas del franquismo

La base de datos Todos (…) los nombres cumple su octavo aniversario y alcanza 80.127 historias de vida de víctimas del alzamiento militar y la represión franquista.
El proyecto, nacido de la sociedad civil, toma su denominación de la novela homónima de José Saramago.
Fusiona las dificultades de financiación con el trabajo voluntario y el objetivo de colmar de contenido el término 'Verdad'.
"Estas armazones de estantes son las que soportan el peso de los vivos", escribe José Saramago en la considerada historia de amor más intensa de la literatura portuguesa: la novela Todos los nombres. El Premio Nobel crea un protagonista aficionado a coleccionar noticias sobre personajes famosos, una inclinación que completa con los datos obtenidos en el Registro Civil donde trabaja como escribiente. Heredero de algunas trazas de ese aliento, y con la intención de duplicar algo más allá del título, surge hace ocho años un proyecto andaluz que busca registrar historias de vida de víctimas del franquismo: "Todos (…) los nombres_", un estante virtual de la memoria que aloja más de 80.000 entradas.

Proyecto 'Todos (...) los nombres'.
Son casos de mujeres rapadas o vejadas, de asesinados por bando o consejo de guerra, o por aplicación de la ley de fugas, de condenados a trabajos forzados, deportados en campos de concentración nazis o centros franceses instalados en Argelia, expoliados de su patrimonio, 'depurados' profesionales, exiliados… De Andalucía, Extremadura y norte de África. El fruto atesorado en años de trabajo (la base de datos –en www.todoslosnombres.org– arrancó el 14 de abril de 2006), 80.127 nombres de víctimas del alzamiento militar y la represión franquista, 74.863 hombres y 4.915 mujeres. Con una dificultad: la "escasez de recursos económicos". Un motor: el trabajo voluntario. Y un objetivo: colmar de contenido el término 'Verdad'.

Los paradigmas del terrorismo de Estado

Los diferentes paradigmas de la violencia ejercida por el terrorismo de Estado detallan 38.058 fusilados o asesinados, muertos en prisión, por hambre o enfermedad, desaparecidos… Otras 28.473 personas sometidas a Consejo de Guerra, 24.095 a algún tipo de reclusión, 8.588 a trabajos forzados, 5.008 con expedientes de responsabilidades políticas, 2.839 exiliados, 2.122 con expedientes de incautación de bienes y 654 despedidos de sus puestos de trabajo. Entre las cifras de Todos los nombres hay lugar para 1.127 más que tuvieron alguna relación con la guerrilla y 349 identificados a secas por sus apodos. También para 111 mujeres que sufrieron vejación pública (rapado, aceite de ricino, violación).
Para atesorar esta recopilación resulta esencial, según la Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia (AMHyJA) y el grupo de trabajo Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía (RMHSA de CGT-A), entidades fundadoras, la labor ejercida por 406 colaboradores. Ahí se cuentan profesionales –historiadores, investigadores y archiveros–, familiares de víctimas, colectivos sociales e instituciones como la Junta de Andalucía, que apoya el proyecto (con una subvención de 6.080 euros) a través de la dirección general de Memoria Democrática de la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales.
El propósito de Todos los nombres, fabricar un registro acaso contagiado del hambre por extender la información del personaje principal de la novela de Saramago, permite el acceso a una biblioteca con 230 investigaciones sobre la Segunda República, la guerra civil y la dictadura franquista. En el apartado de documentos, hay 639 disponibles, subdivididos en categorías como fosas y exhumaciones, legislación (normativa autonómica, estatal, europea e internacional), documentos históricos, relatos… Y 586 'microbiografías' que constituyen "una de nuestras satisfacciones pues muchas corresponden a héroes anónimos más allá de su localidad, profesión u organización concreta, algunas escritas desde el ámbito familiar y que sirven para reivindicar y homenajear su memoria", afirma el coordinador de RMHSA, Cecilio Gordillo.

"La actitud del Gobierno de España nos hace el camino más difícil"

Web de 'Todos (...) los nombres'.
Quien se vea sumergido en el vasto mundo virtual del proyecto puede navegar además entre 5.560 noticias relacionadas con la recuperación de la memoria histórica y más de 500 eventos difundidos. Como complemento a la página web "apostamos –relata Gordillo– por construir una exposición que nos sirviera como herramienta de difusión de los contenidos pero también de captación de información y colaboradores". La muestra, inaugurada en Víznar (Granada) en enero de 2010, está compuesta por 24 paneles temáticos de ámbito local, profesional e ideológico instalados en 42 ocasiones en diferentes emplazamientos de Extremadura y Andalucía, más Cornellá de Llobregat (Barcelona), Mota del Cuervo (Cuenca) y Alcázar de San Juan (Ciudad Real).
En el octavo aniversario de la "iniciativa social", los promotores de la idea dejan patente asimismo las dificultades encontradas en este periodo. "Sobre todo su mantenimiento si tenemos en cuenta las 'titubeantes' posiciones de los ejecutivos provinciales más la vergonzosa, pero nada sorprendente, actitud del Gobierno de España, que nos están haciendo el camino más difícil". Durante los últimos años, informan, el apoyo público del Gobierno andaluz o del Ministerio de la Presidencia osciló entre 6.000 euros anuales y 50.000, "incluso más de un año con cero euros". "Altibajos económicos" para una base de datos nacida de la sociedad civil "y que se mantiene 'en la red' gracias a ella".
La "escasez de recursos económicos" se suple con "militancia o trabajo voluntario" que permite añadir una media de 10.000 nombres cada año. Aunque el último el "contador" se redujo a la mitad. En todo caso, el objetivo "comienza y finaliza en las víctimas del franquismo", en la difusión de campañas como la elaboración del mapa de fosas, señalización de lugares de memoria, eliminación de simbología franquista o el apoyo a la Querella Argentina. El afán, en suma, es "llenar de contenido el término 'Verdad' y si, de camino, ayudamos a resolver algunas cuestiones como la cuantificación del genocidio o la tipificación de las variables represivas puestas en marcha por los golpistas y por la dictadura, pues mucho mejor", concluyen.